Salvando, obviamente, las distancias, los momentos previos a pasar la ITV tienen componentes similares a los que se viven antes de un examen. Estamos nerviosos, expectantes. Pero a diferencia de una prueba académica, sabemos qué nos vamos a encontrar. Nos han dicho las preguntas. Aun así, tenemos cierta preocupación. Si hemos hecho los deberes y el coche está en buen estado no tenemos por qué preocuparnos.
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Consejos para pasar la ITV
Evaluación previa
Lo bueno de saber qué van a mirar es que podemos, si es necesario, arreglarlo antes. Es decir, acudir con un foco roto a pasar la ITV, nos van a perdonar, pero no tiene demasiado sentido. Luces, parabrisas, retrovisores, paragolpes, ruedas. Estos cinco puntos son, quizás, los más importantes y los que habitualmente pueden hacer que una ITV sea negativa.
Sólo necesitamos llevar el coche al taller unos días antes y que lo pongan a punto. Además, los mecánicos saben cómo sí, y cómo no, pasaremos la ITV, así que arreglarán (si así se lo pedimos) sólo aquellos aspectos que puedan hacernos fallar en la inspección. Aunque, lógicamente, lo mejor es arreglarlo todo.
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Cita previa
No es este un aspecto que tenga mucha importancia a la hora de aprobar este examen sobre ruedas. Más bien es una cuestión de comodidad. Si no queremos esperar dentro del coche un buen rato, con lo que ello conlleva en forma de nervios, pidamos cita previa. Todas las estaciones de ITV lo hacen ya y, realmente, es un gran sistema.
Limpieza
Un coche sucio puede funcionar perfectamente, por supuesto. Pero si lo llevamos limpio, aunque sólo sea por una cuestión de percepción, la persona que lo examine estará más dispuesto a hacer la vista gorda ante un pequeño fallo.
Aceite, filtro, etc
Muy importante es tener bien los niveles. Aceite, agua, anticongelante.
La documentación
No pasar la ITV, o tener que volver otro día cuando el coche está en perfecto estado, porque se nos ha olvidado el permiso de circulación es algo muy poco recomendable.
Como decíamos al principio, si estamos preparados no tenemos por qué preocuparnos. LLevando el coche al taller unos días antes, será casi imposible que no seamos capaces de pasar la ITV. Es más, si tenemos un cuidado normal del vehículo (sin obsesiones) ni siquiera será necesario pasar por el mecánico.